Luis II se convirtió en el rey de Baviera tras la muerte de su padre, Maximiliano II, y desde su llegada al poder, luchó por reconciliarse con los estados Alemanes y por mejorar las relaciones con Prusia, a pesar de tener su familia ya firmada una alianza con Austria. Su vida política fue complicada y bastante irracional, gracias a lo que consiguió el sobrenombre de el rey loco.
A medida que se sucedieron los fracasos a lo largo de su reinado, Luis II se fue alejando de la capital, Múnich, dedicándose por completo a la que sería su gran obra, la razón por la que pasó a la historia. La construcción del Castillo de Neuschwanstein.
En una colina en el sur de Baviera, junto al castillo de Hohenschwangau, se hallaban a comienzos de los años 60 las ruinas de los castillos Vorderhohenschwangau y Hinterhohenschwangau. Luis II, inspirado en un viaje a Alemania y otro viaje a Francia, quiso construir en esa colina un castillo que se mimetizara con la montaña y la naturaleza, siendo la envida del romanticismo europeo.
Luis II quería impregnar a su castillo de la obra de Richard Wagner y para ello recurrió a Christian Jank, un diseñador de escenarios teatrales para que esbozase la obra, que más tarde sería realizada por el arquitecto Eduard Riedel. Por razones técnicas, los restos de los castillos medievales situados en la colina no podían estar presentes en la obra final, por lo que se llevó a cabo la demolición de sus restos a lo largo de 1868.
La primera piedra del castillo neogótico se puso el 5 de septiembre de 1869. La construcción fue rápida comparada con obras coetáneas, consiguiendo que en tan sólo tres años las bodegas estuvieran finalizadas, y tres años más tarde toda la primera planta. Al margen del edificio principal, también se construyó una garita que estuvo finalizada en 1873, permitiendo a Luis II que se mudara allí para seguir de cerca la construcción de su gran proyecto.
El castillo fue construido con ladrillo convencional, que más tarde fue revestido con otros tipos de roca para dotarle de esplendor. La parte frontal fue recubierta de caliza, los miradores y las portadas fueron recubiertas de arenisca y los arcos, columnas, ventanas y capiteles fueron recubiertas de mármol.
Más de 200 trabajadores estuvieron implicados de forma continua en la construcción del impresionante Castillo de Neuschwanstein. Estos estuvieron dotados de un seguro por el cual quedaban cubiertos sus herederos si algún accidente fatal mataba al constructor o impedía continuar con su trabajo.
El castillo alcanzó su punto más alto en 1880, y cuatro años más tardes las dependencias internas estaban lo suficientemente avanzadas para que Luis II pudiera mudarse al edificio principal. Dos años más tarde, en 1886, cuando la estructura externa del castillo ya estaba muy avanzada, el cuerpo sin vida de Luis II fue hallado en el lago Starnberg.
Para aquel entonces Luis II ya había sido declarado incapaz de gobernar Baviera y estaba bajo atención psiquiátrica. El 13 de junio de aquel año, Luis II había pedido dar un paseo por las inmediaciones del castillo, para lo que fue acompañado de su psiquiatra. Ambos aparecieron ahogados en el lago, generando sospechas sobre cómo murió realmente.
Las obras del castillo de Neuschwanstein se paralizaron durante seis años, reanudándose en 1892. El diseño original del castillo fue simplificado para poder ser finalizado, ya que la construcción del mismo había dejado a la monarquía de Baviera cerca de la bancarrota, con unas deudas de más de 14 millones de marcos.
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