Todos aquellos que estudiaron geografía hace más de 20 años aún recordarán cómo cuando se aprendieron los lagos más grandes del mundo, existía un grupo de cinco (o seis si contabais el Mar Caspio) de lagos en el mundo que tenían una superficie sorprendentemente más grande que el resto: Lago Superior, Lago Victoria, Mar de Aral, Lago Hurón y Lago Michigan.
El Mar de Aral era en 1960 uno de los grandes lagos de Asia y del mundo con sus más de 68.000 kilómetros cuadrados de superficie y 1.100 kilómetros cúbicos de volumen. Esa gran cantidad de agua, principalmente abastecida por los ríos Syr Darya por el norte y Amu Darya por el sur, hacía que el duro clima desértico de la región fuera más llevadero.
Entre 1947 y 1948, la Unión Soviética, aún bajo el mandato de Stalin, sufrió una de las mayores sequías y hambrunas de su historia, llevándose la vida de cerca de un millón de habitantes. Como respuesta, Stalin propuso una transformación de la nación comenzando con el Gran plan de transformación de la naturaleza. Este ambicioso plan de ingeniería pretendía introducir y potenciar la agricultura de las estepas y desiertos de Asia Central mediante grandes proyectos de ingeniería hidráulica.
Con la muerte de Stalin en 1953 gran parte de los proyectos de este Gran plan fueron desechados, pero aquellos que pretendían irrigar grandes porciones de tierra para crear campos de cultivo de algodón con el caudal de los ríos Sir Daria y Amu Daria siguieron adelante. Estos planes se ejecutaron con éxito a comienzos de la década de los 60 y con ello comenzó el fin del Mar de Aral.
El agua de los ríos Sir Daria y Amu Daria ya había sido utilizada para el cultivo y la agricultura durante décadas e incluso siglos, pero nunca de una forma tan radical y abusiva como se empezó a hacer tras la aplicación del Gran plan. En la década de los 60, el Mar de Aral comenzó a perder cada año una media de 20 centímetros de nivel de agua. Esto se agravó en la década de los 70, con una media de 50 centímetros; y aún peor en la década de los 80, con una media de 90 centímetros al año.
A comienzos de la década de los 90, el problema del secado del Mar de Aral ya era un hecho más que tangible. Con el desmembramiento de la Unión Soviética y segregación de varias repúblicas para crear nuevos países, el Mar de Aral se situó entre la frontera de Kazakstán y Uzbekistán. Fue entonces cuando científicos de carácter internacional pudieron acceder de nuevo al Mar de Aral para evaluar los daños del Gran Plan de Stalin para conseguir convertirse en uno de los principales productores de algodón del mundo.
En 1998, tras un exhaustivo estudio, los datos fueron esclarecedores. El Mar de Aral había perdido más de un 60% de su superficie y el 80% de su volumen. Y lo peor, a no ser que se tomaran causas extraordinarias, el secado completo del Mar de Aral era cuestión de tiempo. Pero esto que sorprendió a muchos nunca fue una sorpresa para los soviéticos. Tal y como contó Aleksandr Asarin -un experto hidrólogo soviético que estuvo empleado para este gran proyecto- al New York Times, la cúpula soviética tenía previsto el secado del Mar de Aral en apenas cinco años, y pese a que muchos mostraron opiniones contrarias al Gran plan en los pasillos, ninguno se atrevió a contradecir de forma directa a sus superiores.
En la actualidad el Mar de Aral se encuentra divido principalmente en dos lagos menores, cuya superficie apenas suma los 7.000 kilómetros cuadrados, una décima parte de la extensión que llegó a tener este lago. Se sabe que su secado se ha realentizado gracias a fuentes de agua subterránea y, tras la formación de ASBP -un proyecto de desarrollo colaborativo entre Kazakstán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán-, parece que se está empezando a encontrar cierta estabilidad.
El Mar de Aral Norte se separó durante el secado del Mar de Aral, en 1987. Entre 1997 y 2005 varias acciones para preservar este nuevo lago han sido ejecutadas por el gobierno kazajo con ayuda del ASBP, entre las que destacan la mejora de la irrigación del río Syr Darya y la creación del dique Kokaral para separar el Mar de Aral Norte y el Mar de Aral Sur. Con estas medidas se ha conseguido que por primera vez en décadas el Mar de Aral Norte crezca en superficie alcanzando una cierta estabilidad.
El caso del Mar de Aral Sur es bastante más dramático. Pese a ser la mayor masa de agua de las dos en las que se separó el Mar de Aral en 1987, en la actualidad es el que menos volumen de agua mantiene, perdiendo aún volumen año tras año. Tras la caída de la Unión Soviética, esta masa de agua pasó a formar parte de Uzbekistán, uno de los países más pobres en la actualidad y con una situación política bastante compleja. La mejora y restauración del Mar de Aral Sur pasaría por cambiar la irrigación del río Amu Darya, lo que afectaría directamente a la principal fuente de ingresos del país: los cultivos de algodón.
Resumiendo. Lo que fue el cuarto lago con mayor superficie del mundo hace apenas medio siglo ahora está dividido principalmente en dos masas de agua. La mayor de ellas en la actualidad, el Mar de Aral Norte con unos 3.500 kilómetros cuadrados de superficie ni siquiera se encuentra entres los 40 lagos más grandes del planeta. Así que, todos los que aprendisteis geografía hace 20 años y aún recordaseis los lagos más grandes del mundo, podéis eliminar uno de vuestra lista.
Eso sí, el plan soviético para mejorar el cultivo de algodón se puede considerar todo un éxito económico, aunque suponga uno de los grandes desastres ecológicos provocados por el hombre. De hecho, como ya he comentado, Uzbekistán es uno de los principales productores de algodón del mundo, tan solo superado por países con mucha más extensión y muchas mejores condiciones climáticas: China, India, Estados Unidos, Pakistán y Brasil.
Fuentes y más información:
- Grand Soviet Scheme for Sharing Water in Central Asia Is Foundering
- Aral Sea
- A rookie’s take on Russia’s creative industries
- Aral Sea 2011
- The Aral Sea Crisis
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