Desde la muerte de Franco y la instauración de la democracia en España, hemos tenido un total de 5 presidentes del gobierno: Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
La jura de ese cargo se legisló mediante el Real Decreto 707/1979, aprobado el 5 de abril de 1979. Siguiendo las pautas descritas en ese decreto, todos los presidentes del gobierno, así como cualquier otro cargo de la administración pública, han jurado o prometido su cargo ante la Constitución y ante el Rey.
Existe una fórmula aconsejada en del decreto para jurar o prometer un cargo:
¿juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo… Con lealtad al Rey, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado?
Pero esta pregunta puede ser sustituida por cualquier otra de cosecha propia mediante la cual, aquel que vaya a ocupar un cargo público jure o prometa lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma de Estado.
A continuación, os presento las fotos de los cinco presidentes jurando su cargo:
Como buenos españoles todos tienen frente a la mesa la constitución… ¿y un crucifijo? Así es. Además, el simbolismo de esta ceremonia ha cambiado con los años. Cierto es que se puede considerar que hemos evolucionado levemente, ya que el crucifijo ha menguado considerablemente -el que tenía Adolfo Suarez era inmenso-, y ahora los presidentes ya no se tienen que arrodillar.
Pero también hay algo de lo que lamentarse. En un estado aconfesional según la constitución, el crucifijo sigue apareciendo en esta ceremonia. Pero aún peor es lo que ha aparecido en los últimos años: una biblia. ¿Por qué? Ninguna ley apoya la aparición de una biblia. Ni siquiera la tradición, ya que como se puede ver en estas fotografías, la biblia no aparecía anteriormente.
Ante esto me viene una pregunta. ¿Qué sucedería si mañana Rajoy decidiese jurar su cargo ante el Talmud? ¿Y si lo hiciera ante el Corán? Tranquilos todos, seguro que esto no sucederá. Pero también podéis estar seguros de que el simbolismo cristiano no desaparecerá. No porque Rajoy no pueda quitarlo, ya que la legislación se lo permite, si no porque no le preocupará lo más mínimo.
Aún así, creo que llega la hora de planteárselo seriamente. Los símbolos religiosos no representan a todos los españoles, ya que cada vez son menos los cristianos y más los musulmanes o los no creyentes. Quitar el simbolismo religioso de todas las ceremonias de jura de cargos no acarrea ningún gasto -incluso todo lo contrario-, no necesita ninguna modificación de la legislación vigente.
¿Por qué se hace?
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