en Reflexiones

Por un voto inteligente

No soy ningún experto en política. Pero tengo claro que nadie tiene que serlo para poder hablar de política, ya que es algo que nos afecta a todos, sobre todo cuando llega el momento de votar y elegir a aquellos que nos van a representar los próximos años. Por ello, creo que es imprescindible pensar en un voto meditado e inteligente.


Elecciones (fuente)

España es una democracia representativa y seguirá siendo así mientras nadie lo cambie. Así que, lo primero que quiero dejar claro es que eso de «No voto porque quiero mostrar mi descontento con el sistema», en principio no vale. Con ello lo único que consigues es que el resto, aquellos que votan, decidan quién será los que representará a todos. Si la democracia existente en España no te gusta, siempre te queda la opción de votar a aquellos partidos que quieren cambiarlo, ya que haberlos haylos.

Competencias

Entonces, llega el momento de unas elecciones. Tenemos que elegir a quién vamos a destinar nuestro voto. Son muchas las cosas a tener en cuenta, pero quizá merece la pena empezar por las competencias. En España existen tres tipos de elecciones que afectan al país (obvio las elecciones europeas voluntariamente): elecciones municipales, elecciones autonómicas y elecciones generales.

En cada votación se elige unos representantes para competencias distintas. Lo que nos afecta en el día a día no es únicamente culpa del gobierno español, como parece que algunos piensan, sino de las decisiones tomadas en el ayuntamiento de nuestro municipio, las decisiones tomadas en la junta de nuestra comunidad autónoma y, por supuesto, las tomadas en el estado.

La situación actual en España es un compendio de las causas generadas por las decisiones de municipios, autonomías y estado, ya sea para bien o para mal. Así que, si estamos descontentos con los problemas de sanidad y educación, debemos mirar quién ha gobernado las autonomías tomando esas decisiones, pero de ello no tiene culpa ni el municipio, ni el estado.

Puede parecer algo evidente, pero me he encontrado mucha gente que no tiene nada claro la competencia de cada uno de los niveles que tenemos por encima. Un ejemplo fue en las pasadas elecciones municipales. Me encontré con quién me dijo que no votaría al pasado alcalde (del PSOE) porque no era normal que la circunvalación de Segovia aún no estuviera desdoblada. Lo que él no sabía (y le tuve que aclarar) es que la competencia de esa carretera era de la junta de Castilla y León, gobernada por el PP.

¿Culpables?

Una vez que tenemos claro qué estamos votando, tenemos que intentar evaluar la situación actual. A la situación actual no hemos llegado de la noche a la mañana, sino que un cúmulo de causas ha ido fraguándose a lo largo de los años, en base a las medidas y decisiones tomadas. Así que, por poner un ejemplo, si estamos descontentos con la explosión de la burbuja inmobiliaria tenemos que pensar. ¿Quién fue el que permitió que tanto suelo fuera urbanizable? ¿Quién permitió que la gente comprara casas y las vendiera mucho más caras sin poner impuestos en el valor añadido especulando? ¿Quién permitió que los constructores hicieran acuerdos fuera de la legalidad para hacerse con suelo urbanizable?

No os voy a contestar a todas esas preguntas, simplemente os digo que hay que pensar en ello antes de culpar al que está en el poder. Las leyes y la economía no son algo fácil, pero hemos de esforzarnos por averiguar qué medidas han podido desencadenar la situación actual, porque bien puede haber sido no haber puesto freno a tiempo, o una ley aprobada hace 13 años que favoreció la situación.

A todo esto, hay que añadir la situación internacional. Como miembros de Europa y del mundo, las situaciones exteriores nos afectan. Ahí también tendremos que evaluar hasta qué punto ha sido culpa de posicionarse bien o mal, o simplemente que éramos el rival más débil para que otros se pudieran enriquecer.

¿Cómo se recuentan los votos?

Para hacer todo más corto, hablaré únicamente del congreso de los diputados (para saber cómo funciona el senado id aquí). A la hora de recontar los votos, en España existen 52 circunscripciones que se corresponden con cada una de las provincias. En cada provincia se elige un número de diputados distinto en función de la población de cada una. Esa es la razón por la cual en Soria únicamente se eligen dos congresistas, mientras que en Madrid se eligen 36.

Esto tiene sus pros y sus contras. Conseguir un diputado en Soria es relativamente sencillo, ya que se consigue con únicamente 45.000 votos (aproximadamente), mientras que en Madrid cuesta 187.000 votos. Por la contra, en Madrid el alto nivel de población permite que sea más factible que partidos minoritarios alcancen el mínimo de votos, mientras que conseguir eso en Soria exigiría ser al menos el segundo partido político más votado.

¿Y qué pasa con todos los votos que no alcanzan el mínimo para la representación? Se pierden. De un modo más visual. Si en Soria 30.000 personas votasen a EQUO, 29.000 personas votasen a IU y 28.000 personas votasen a UPyD, EQUO e IU obtendrían un diputado cada uno, mientras que los 28.000 votos de UPyD se quedarían sin representación parlamentaria.

El se pierden lo puse en cursiva porque no es del todo cierto. Vale que esos votos no serán destinados a una representación, pero sí que servirán de financiación para el partido político votado. Según el artículo 175 de la LOREG, cada partido recibirá una remuneración por cada voto emitido siempre y cuando tengan representación en la cámara. Por ello, aunque el partido al que votes no tenga representación en tu circunscripción, si la tiene en otra circunscripción cualquiera tu voto valdrá para subvencionar a ese partido.

Por último, saber que el reparto de los escaños dentro de una circunscripción se realiza mediante el sistema d’Hondt. Es uno de los muchos sistemas de reparto existentes, pero no el único. Aquí podéis encontrar información para entenderlo fácilmente.

¿Opciones? ¿Alternativas?

Pese a que la campaña electoral y mediática se centre en los dos partidos actualmente mayoritarios, España no tiene un régimen bipartidista (aquí lo explico largo y tendido). Las otras opciones son múltiples y todas ellas son tan elegibles como cualquier otra. Por ello merece reflexionar las diferentes opciones y propuestas para quedarnos con aquella con la que nos identifiquemos.

La lista es larga, pero @kurioso recopiló hace unos días la lista de opciones con sus respectivos programas. La podéis consultar aquí.

¿Voto en blanco? ¿Abstención?

Tanto el voto en blanco como la abstención son opciones contempladas por el sistema electoral español (al igual que el voto nulo). Cada cual tiene sus implicaciones sobre las que he hablado y podéis echar un vistazo aquí:

Conclusión

Como comenté hace unos días en mi cuenta de Twitter, cada persona tiene que votar siendo consecuente consigo mismo, siempre y cuando haya tenido en cuenta todas las opciones y las consecuencias que su voto tendrá. Se puede dialogar, conversar y exponer los distintos puntos de vista, pero yo no os voy a convencer de que votéis a un partido o a otro. Cada cual es libre de tomar las decisiones por sí solo. Lo único que pido es que el voto se medite, que se tome una decisión inteligente.

El voto no es un contrato por vida, sino que cada cuatro años podemos decidir nuestro voto, pudiendo cambiar o mantenerse igual. Así que voy a resumir todo en una cita de alguien con quien no comulgo en muchas ocasiones, pero que aquí estuvo certero:

Piense usted lo que quiera, pero piénselo
— Fernando Savater

PS: Este blog ya ha llegado a su fin. Si quieres seguir viendo contenido semejante, te recomiendo que visites la nueva web o te apuntes a continuación.

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